
La propuesta  planteada por el Parque Nacional para conocer las típicas formaciones de  bosque de ribera se ha convertido en una de las más demandadas por  aquellos visitantes que acuden a este espacio natural, localizado en la  provincia de Ciudad Real, en pleno centro de la Península Ibérica.
El  itinerario didáctico de Torre de Abraham, nombre que recibe en guías y  folletos informativos, de apenas una hora de recorrido, está jalonado  con paneles interpretativos que ofrecen una amplia visión de la riqueza  natural del entorno, especialmente de plantas y árboles.
Madroños,  labiérnagos, fresnos, alisos, juncos, sauces, chopos, sarga, lentiscos,  cornicabras, aneas o tomillos son algunos árboles y plantas que el  visitante puede encontrar.
Las condiciones climáticas menos  extremas y la abundancia de humedad hacen de Torre de Abraham un lugar  con encanto, donde el bosque de galería se puede apreciar en toda su  amplitud, asegura a Efe Tamara García Gamarra, guía del parque nacional. García  señala que se pueden descubrir árboles curiosos que hay en este tipo de  bosques húmedos, como el arraclán, "cuya corteza se aprovechaba por sus  propiedades laxantes, sus frutos para teñir vestidos o el carbón de su  madera para fabricar pólvora".
García  señala que se pueden descubrir árboles curiosos que hay en este tipo de  bosques húmedos, como el arraclán, "cuya corteza se aprovechaba por sus  propiedades laxantes, sus frutos para teñir vestidos o el carbón de su  madera para fabricar pólvora".
El sendero interpretativo botánico  se realiza sobre unas pasarelas elevadas que cruzan de un lado a otro  el cauce del río Bullaque, que adentra al visitante en la frondosa  vegetación.
La ruta, accesible para personas con movilidad  reducida, cuenta con paneles explicativos de cada planta y árbol, que  hace posible una interpretación fácil para el viajero que decide  recorrerlo de forma autoguiada.
También ofrece visitas guiadas,  asegura Tamara García, "para aquellas personas interesadas en  profundizar más en el conocimiento botánico del lugar".
El  sendero interpretativo, advierte, "supone una oportunidad única de  disfrutar del tibio sol otoñal que se cuela entre las ramas de la  abundante vegetación" como también "de las pequeñas aves".
El  lugar ofrece las condiciones ideales para la alimentación de gran número  de especies de aves como el carbonero común, el abejaruco común, el  trepador azul, la lavandera cascadeña, el avión común o la oropéndola,  entre otras, que pueden ser avistadas desde las mismas pasarelas o desde  alguno de los observatorios existentes.
Pero el entorno también es un paraje interesante para poder ver sobrevolar al buitre leonado, al buitre negro, al milano negro o al águila imperial, explica la guía.
 negro o al águila imperial, explica la guía.
Los  visitantes que acudan a Torre de Abraham, además, podrán complementar  su estancia con una visita al centro de visitantes donde se puede  observar una exposición sobre Cabañeros y el agua, con una maqueta a  tamaño real sobre la flora y fauna asociada a los bosques de ribera.
El  Parque Nacional, que a punto estuvo de convertirse en campo de tiro, es  hoy uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo  y refugio de muchas especies en peligro de extinción.
Sus 42.000  hectáreas hacen posible que encuentren acomodo en este espacio natural  numerosas especies de fauna y flora endémicas, muchas de ellas  amenazadas, que hallan en el Parque uno de los últimos reductos donde  conservarse.
 
 
