
¿Existe
la sabana en España? A pesar de parecer una pregunta de trivial o de
concurso televisivo, es la pregunta que nos podemos hacer al visitar en
estos meses el parque nacional de Cabañeros. Una vez
termina la visita la respuesta es “no pero sí”, no es una sabana pero
probablemente sí es algo que se le parece mucho, o dicho de otra manera,
es lo más cercano que tenemos a la sabana en la península ibérica pero
sin leones.
En el parque se diferencian claramente 2 paisajes, la Raña,
largas extensiones amarillentas anteriormente dedicadas al cultivo de
los cereales y que hoy imitan a las “sabanas” africanas salpicadas en
este caso con encinas en vez de baobabs y el Monte Bajo, con sus verdes bosques mediterráneos y sinfines de arbustos.


Si en la selva el protagonista es el león, en el parque es el ciervo el rey del bosque. La época más imponente para verlo es durante la berrea,
en septiembre y octubre, cuando se producen escenas sobrecogedoras con
el entrechocar de sus cuernas y los berridos de los animales en celo,
que tienen como premio cubrir a las hembras que darán a luz en mayo a
una cría. Es la berrea, un ejercicio de autoridad y fuerza digno de ver.
Hasta finales de año la Raña o “sabana manchega” se mantiene todo el día como un festival de ciervos. Vayas por donde vayas disfrutas
de su elegante presencia. Aún en noviembre hemos tenido ocasión de
presenciar de los últimos coletazos de la berrea, aunque no es normal.
Lo que sí es normal es el desfile de animales que ofrece el parque por
la abundancia de comida que le ofrece estos meses. Aparte de los
ciervos, los animales que se pueden contemplar en el parque son zorros,
jabalís, perdices, cigüeñas, buitres o águilas.

A tener en cuenta que las visitas parten de 4 puntos
diferentes por lo que se recomienda consultar las diferentes entradas
en el mapa que ofrece en su Web para evitar malentendidos y prisas de
última hora.

Para dormir, la web ofrece diferentes tipos de alojamientos desde
casas rurales a hoteles, pudiendo destacar el Hotel Parque de Cabañeros,
si bien se puede ir y venir en el mismo día desde Madrid (2 horas de
trayecto).
¡Que ustedes disfruten de nuestra particular sabana manchega!