¿Existe
la sabana en España? A pesar de parecer una pregunta de trivial o de
concurso televisivo, es la pregunta que nos podemos hacer al visitar en
estos meses el parque nacional de Cabañeros. Una vez
termina la visita la respuesta es “no pero sí”, no es una sabana pero
probablemente sí es algo que se le parece mucho, o dicho de otra manera,
es lo más cercano que tenemos a la sabana en la península ibérica pero
sin leones.
En el parque se diferencian claramente 2 paisajes, la Raña,
largas extensiones amarillentas anteriormente dedicadas al cultivo de
los cereales y que hoy imitan a las “sabanas” africanas salpicadas en
este caso con encinas en vez de baobabs y el Monte Bajo, con sus verdes bosques mediterráneos y sinfines de arbustos.
Se puede visitar de dos maneras, bien a pie mediante rutas de senderistas que varían en longitud y dificultad o bien en rutas guiadas en 4×4.
Salvo que seáis aficionados al senderismo y si vuestro objetivo es ver
animales, nuestra recomendación es hacerlo de la 2º manera
principalmente por la información que a lo largo de las 3 horas
que dura la vista vas recibiendo por parte del conductor-guía y porque
lógicamente él sabe dónde buscar en cada momento. El perfil del guía, a
diferencia de otros parques, es más conductor que guía pero se nota que
son personas que viven el parque, sus animales y sabe de lo que hablan
aunque no sean 100% técnicos.
La visita trascurre principalmente montados en el vehículo con paradas constantes a medida que nos encontramos animales
y con 2-3 bajadas del mismo para divisar aves o algún molino antiguo de
alguna finca (recordad que el parque está conformado a base de antiguas
haciendas privadas y sus restos de casas e instalaciones son visibles).
Si en la selva el protagonista es el león, en el parque es el ciervo el rey del bosque. La época más imponente para verlo es durante la berrea,
en septiembre y octubre, cuando se producen escenas sobrecogedoras con
el entrechocar de sus cuernas y los berridos de los animales en celo,
que tienen como premio cubrir a las hembras que darán a luz en mayo a
una cría. Es la berrea, un ejercicio de autoridad y fuerza digno de ver.
Hasta finales de año la Raña o “sabana manchega” se mantiene todo el día como un festival de ciervos. Vayas por donde vayas disfrutas
de su elegante presencia. Aún en noviembre hemos tenido ocasión de
presenciar de los últimos coletazos de la berrea, aunque no es normal.
Lo que sí es normal es el desfile de animales que ofrece el parque por
la abundancia de comida que le ofrece estos meses. Aparte de los
ciervos, los animales que se pueden contemplar en el parque son zorros,
jabalís, perdices, cigüeñas, buitres o águilas.
La
visita se realiza bien a primera hora de la mañana o bien a última de
la tarde aprovechando los desplazamientos de los animales del monte alto
a la parte más abierta de la Raña y al revés, ya que durante el día
permanecen ocultos de sus enemigos.
A tener en cuenta que las visitas parten de 4 puntos
diferentes por lo que se recomienda consultar las diferentes entradas
en el mapa que ofrece en su Web para evitar malentendidos y prisas de
última hora.
Para comer, curiosamente la oferta no es muy amplia en los alrededores. Probablemente la mejor opción se trata del restaurante “el Cazador”
en la localidad de Santa Quiteria, un bar-restaurante modesto que
ofrece platos de la zona resueltos con sencillez, como el asadillo
(pimientos asados), venado en salsa, migas castellanas, pisto o tiznao.
En fines de semana conviene reservar (926 78 52 32/ 926 78 54 30).
Para dormir, la web ofrece diferentes tipos de alojamientos desde
casas rurales a hoteles, pudiendo destacar el Hotel Parque de Cabañeros,
si bien se puede ir y venir en el mismo día desde Madrid (2 horas de
trayecto).
¡Que ustedes disfruten de nuestra particular sabana manchega!
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